CUMPLEAÑOS DE BENEDICTO XVI

Qué maravilla de texto y de foto. Copio unas letras bellísimas de un amigo sacerdote por el octogésimo sexto cumpleaños de Benedicto XVI. La foto las ilustra.

He buscado entre cientos de fotos de Vuestra Santidad, la más propia para este muro en el aniversario de vuestro nacimiento… He buscado la que mejor resumiera la grandeza incontenible de un gigante de la fe, la dulzura del pastor «de los silbos amorosos», la sabiduría arrolladora de un magno doctor de la Iglesia. La delicadeza al piano del músico y la belleza encarnada del Misterio en el Altar. La sencillez escondida del que sólo para sí guarda el sufrimiento. La sonrisa siempre y en todo sin falsear nunca el hondo sufrir del alma. La majestad innata del que es grande por su sencillez sin que el cargo haga a la humildad agravio de soberbia encapotada. He buscado vuestra mejor imagen, la que nunca quisiera que ajara el tiempo, ni arrumbara el ingrato olvido, ni ofendiera a los que en el futuro fueran tan pueriles e inmaduros de juzgar la caridad por los pliegues de una capa. He querido, Santidad, verlo todo sin ver apenas nada, y saber que todo se cifra en la limpieza de vuestra mirada…

Que nadie al ver la imagen juzgue al hombre por su ropa o por su estampa, que los que se dicen pobres se enriquezcan sólo con Vuestra mirada y los que se gritan sabios se sientan alumnos en la palestra silente de vuestra voz callada.

Y aún así, despojado de todo, sin comparaciones que canonizan o descalabran, así sin nada, sólo el Hombre, con la fuerza de su silencio y la voz de su mirada…sólo así, Padre Santo, sabemos sin traición a la verdad que vuestra vida ha sido la respuesta desnuda -sin necesidad de accesorios- a la divina pregunta: «¿Me amas?»…