07-10-23, sábado de la XXVI semana del tiempo ordinario A, bienaventurada Virgen María del Rosario
Meditar el Evangelio con tres puntos
Lc 10, 17-24: «Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo». La vida cristiana es vivir con María los misterios del rosario de gozo, dolor, luz y gloria para identificarnos con los sentimientos del corazón de Jesús.
1.«El evangelio es revelado a los sencillos, a los mansos y humildes de corazón» que como María cantan las grandezas y las misericordias del Señor.
- Jesús da gracias al Padre porque su persona y su mensaje lo captan maravillosamente los que, guiados por el Espíritu Santo, se abandonan y confían en Dios, como María, porque nada hay imposible para él. A ti y a mí nos ha parecido muy bien su predilección por los pobres y humildes, los que tienen los ojos limpios para ver las maravillas De Dios, por los que confían y se ponen en sus manos con una infinita confianza.
- Siempre sabemos de la incondicionalidad del amor del Padre con su Hijo amado, que nos lanza a vivir confiadamente, sabiendo que «los proyectos de su corazón subsisten de edad en edad». De pronto, todo se ilumina cuando nos acurrucamos confiando en las manos de un Padre que cuida más de nosotros que del átomo y la rosa.
- Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo.
Primado de España.
Catequista de Cádiz y Ceuta. 