20-05-2024, lunes de la VII semana del tiempo ordinario B, bienaventurada virgen María madre de la Iglesia
Meditar el Evangelio con tres puntos
Jn 19, 25-34. «Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre». María, con Juan junto a la cruz, nos invita a mirar el corazón traspasado de Jesús, fuente de vida y salvación.
- Si queremos ser discípulos —a quienes Jesús ama— es necesario acoger a María en casa y contemplar al que tiene traspasado el corazón. Juan es el carisma petrino, de la jerarquía. María es el carisma mariano, representa la santidad en la Iglesia, la ternura, la acogida… También junto a la cruz Magdalena contempla al Redentor de corazón abierto y es expresión de la realidad de que todos somos pecadores.
- Mujer es tu Hijo, Hijo es tu Madre. Ella se convierte en madre de Dios para alcanzarlo todo y en madre de los hombres para concederlo todo. La Iglesia con María y Juan vive contemplando al que tiene traspasado el corazón y nos invita a todos a permanecer en el amor, aceptando el misterio de la cruz con las dos actitudes propias de María: el hágase en mí según tu palabra, y vivir el estar junto a la cruz de la aceptación y la confianza.
- La llamada a la santidad que nace de nuestro bautismo hunde sus raíces en la pertenencia a quien ha quedado con su corazón abierto en la cruz, y del que vive con el convencimiento de que la cruz es el camino que conduce a la vida verdadera con el Resucitado que es nuestro destino
- Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo
Primado de España.
Catequista de Cádiz y Ceuta. 