09-10-23, lunes de la XXVII semana del tiempo ordinario A
Meditar el Evangelio con tres puntos
Lc 10, 25-37: «¿Quién es mi prójimo?». La parábola del buen samaritano es una de esas perlas del Evangelio que es siempre actual. Jesús responde a la pregunta, aunque sea tan de cajón como saber quién es mi prójimo.
- Una parábola es una enseñanza sapiencial para la vida. Son tres los personajes que se encuentran con el hombre herido en el camino de la vida, y que tienen distintas actitudes del corazón.
- A los dos primeros, el sacerdote y el levita, no les importa el hombre caído, dan un rodeo, es decir, no se enfrentan con la realidad y se van por otro lado. El sacerdote quiere cumplir las leyes del Levítico y sabe que si toca el cadáver, queda impuro. El levita tiene miedo de que pueda ser un simulacro y le echen la culpa a él. Ninguno quiere complicarse la vida.
- Jesús se identifica con el buen samaritano, se acerca, se compadece y ama cuidando al hombre caído en el camino de la vida. No le importa complicarse la vida viviendo la caridad como servicio a los más pobres.
- Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo
Primado de España