La crisis religiosa social afecta a la familia. -2-

La crisis religiosa social afecta a la familia

 

  1. La familia ha sido y será el primer agente de socialización de los hijos, aunque en la actualidad hay quienes consideran que esta tarea es de la escuela. La familia es lugar donde la persona se educa y recibe los valores esenciales que le configurarán como persona; la escuela es lugar donde se adquieren los conocimientos y el saber que ayudarán adquirir la formación necesaria para la vida en orden a su capacitación o profesión.

 

  1. La crisis actual religiosa ha afectado a la familia, que ha dejado de ser «escuela de fe». Si bien existen, a Dios gracias, familias que mantienen viva su identidad cristiana, y la fe sigue siendo elemento configurador del hogar.

 

  1. También se constata que en muchos hogares lo que se transmite no es fe, sino indiferencia y silencio religioso. Los padres se han alejado de la práctica religiosa y viven instalados en la indiferencia: se casan por la Iglesia, bautizan a los hijos, celebran la primera comunión…etc., pero no existe preocupación real por transmitir la fe cristiana, una fe que no viven.

     

  2. En otras familias, los padres se oponen a que sus hijos tengan iniciación religiosa; los hijos respiran en su hogar hostilidad a lo religioso, crítica sistemática o burla.

     

  3. También existen familias desestructuradas por conflictos graves (separaciones, divorcios, paro, etc.) que impiden un planteamiento religioso normal. No es fácil vivir y transmitir la fe cuando la familia vive en disputa entre los esposos o en angustia por la inseguridad y carencia de empleo.

 

 

La familia educadora en la fe

  1. La familia es el ámbito de acogida de la existencia y de personalización del niño. Al mismo tiempo es el grupo humano con mayor capacidad para ofrecerles una experiencia positiva, gozosa, entrañable, de la vida y también de lo religioso. La acogida de la fe depende en muchas personas de la experiencia positiva de lo religioso que haya tenido desde el inicio de su vida.

 

  1. En el hogar familiar el niño puede captar valores morales, conductas y experiencias religiosas en un ámbito de afecto, confianza, cercanía y amor. Esta experiencia positiva ayuda a enraizar su fe religiosa. Cuando vaya creciendo y entrando en contacto con otras realidades y modelos de referencia, y surjan los conflictos y tensiones, no será fácil que elimine su referencia religiosa si en la familia sigue encontrando una vivencia adulta y sana de la fe.

 

  1. Es muy importante la coherencia de los padres entre lo que dice y hace. Una conducta coherente con la fe da autoridad a los padres para educar a sus hijos en la fe. Por ello, es también importante que los esposos cultiven y vivan la fe en pareja y en familia. Desgraciadamente en muchos hogares se comparte todo menos la fe y las vivencias religiosas.

 

  1. En aquellas familias en las que algún miembro se declare y viva como no creyente, hay que extremar el respeto mutuo y sincero; cuidar el testimonio y coherencia de vida creyente; evitar polémicas estériles en cuestiones religiosas… y, por encima de todo, aceptar que se pertenece a una misma familia, en la que Dios quiere, con amor infinito, a creyentes y no creyentes.

 

 

Educar en la fe dentro del hogar

  1. En general, los padres se preocupan de la formación humana e intelectual (carrera, formación técnica, profesión) de los hijos por las evidentes consecuencias que tiene en el futuro. Sin embargo, a la educación religiosa o en la fe no se le da tanta importancia, a lo sumo les parece suficiente «delegar» esta tarea en la catequesis parroquial o en el colegio. El niño que participa en la catequesis o recibe formación religiosa escolar, si no tiene en su hogar referencia religiosa alguna, es difícil que asimile o interiorice su fe.

 

  1. El clima familiar de fe es absolutamente necesario para interiorizar el mensaje religioso que el niño recibe en la catequesis o en el centro escolar. En el pasado que la fe era un hecho social y la recibíamos en herencia de nuestros mayores; actualmente, en una sociedad descristianizada, el niño necesita aprender a ser creyente, a vivir una fe personalizada y compartida en una comunidad creyente.

 

  1. Los padres cristianos deben tener presente que lo importante es transmitir experiencia religiosa, más que ideas y doctrinas; enseñar a vivir valores cristianos más que imponer normas. Sólo se aprende lo que se hace con sentido; sólo se comprende lo que se experimenta. La fe se aprende viviéndola con gozo.

 

  1. Es urgente que los padres cristianos mejoren el ambiente religioso del hogar. No es difícil introducir algún símbolo, signo o imagen religiosa; bendecir la mesa y rezar juntos; tener a mano la Biblia o Evangelios para niños; cuidar el sentido festivo del domingo y santificarlo asistiendo a la Santa Misa en familia, etc.

 

La catequesis familiar

  1. Los esposos cristianos por el sacramento del Matrimonio hicieron un compromiso, ante Dios y su Iglesia, de fundar un hogar cristiano o Iglesia doméstica. Sólo en este clima de fe será posible la educación cristiana de los hijos.

 

  1. Los padres cristianos tienen una importante labor educativa a desarrollar en el ámbito familiar, consistente en promover el despertar religioso y el crecimiento en la fe de los hijos. Esta actividad debe ser realizada en unión y en colaboración con la parroquia

 

  1. La parroquia pone al servicio de los padres cristianos los medios, tanto para que los esposos adquieran -por medio del catecumenado de adultos-los conocimientos fundamentales de la fe cristiana que les ayuden a vivir la vida desde la fe en Jesucristo, y para que ellos mismos lleven a cabo la tarea educadora de la fe de los hijos en el propio hogar a través de la catequesis familiar.

 

  1. La catequesis parroquial es un proceso de formación en la fe que, habiendo sido iniciado en el seno de la familia, continúa su profundización a través de la guía pastoral del párroco, maestro en la fe y pastor de la comunidad cristiana, y con la colaboración de los catequistas

 

  1. Es muy importante que los padres tengan un contacto permanente tanto con el párroco como con los catequistas de sus hijos, pues será el modo más apropiado para conocer la evolución y maduración en la fe de sus hijos

 

 

 

 

 

Recuerda

  1. La familia es, principalmente, lugar donde la persona se educa y recibe los valores esenciales que le configurarán como persona.

 

  1. La crisis actual religiosa ha afectado a la familia, que ha dejado de ser «escuela de fe».

 

  1. Existen familias en las que los padres se han alejado de la práctica religiosa y viven instalados en la indiferencia, o se niegan a que sus hijos reciban instrucción religiosa, o son hostiles hacia todo lo religioso.

 

  1. La acogida de la fe depende en muchas personas de la experiencia positiva de lo religioso que haya tenido desde el inicio de su vida.

 

  1. Una conducta coherente con la fe da autoridad a los padres para educar a sus hijos en la fe.

 

  1. En una sociedad descristianizada, el niño necesita aprender a ser creyente, a vivir una fe personalizada y compartida en una comunidad creyente.

 

  1. Los padres cristianos deben tener presente que lo importante es transmitir experiencia religiosa. La fe se aprende viviéndola con gozo.

 

  1. Es urgente que los padres cristianos mejoren el ambiente religioso del hogar y cuidar el sentido festivo del domingo santificándolo con la asistencia a la Santa Misa en familia.

 

  1. La parroquia invita a los padres cristianos a participar en el catecumenado de adultos, donde podrán profundizar en la doctrina católica que les ayuden a vivir la fe en Jesucristo, Hijo de Dios.

 

Pedro Velo. Sacerdote de Cádiz y Ceuta

 

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