14-04-2024, domingo de la III semana de Pascua B
Meditar el Evangelio con tres puntos

Lc 24, 35-48. «Así está escrito: “El Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día”». El camino que recorren todos los decepcionados de Cristo, de su Iglesia, de la vida, se llama «Emaús». Los dos de Emaús hacen un camilo de ida y vuelta. Cometen el gran error de sus vidas: salir del cenáculo donde está la eucaristía, el sacerdocio, los apóstoles, el amor fraterno…y, solo cuando vuelven por el encuentro con el Resucitado en el camino de la vida, recuperan la fe y el tiempo perdido. Tenemos que volver a la intimidad del corazón de Jesús en el cenáculo, si queremos vivir no con el corazón de los decepcionados en blanco y negro, y sí con el color de la esperanza que es el color del Resucitado.

1 Cuentan en el cenáculo cómo lo han reconocido al partir el pan. En esos momentos se presenta Jesús en medio de ellos. Siempre saluda con la paz y la alegría. Siempre se pone en medio de la Iglesia. En medio de los apóstoles.

2 Presenta los signos de su entrega, de su muerte y resurrección. Presenta sus llagas, su costado y sus manos abiertas. «Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos».

3 El gesto de comer expresa que no es un fantasma, que tiene cuerpo, y que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.

  • Francisco Cerro Chaves
    Arzobispo de Toledo
    Primado de España