11-04-2024, jueves de la II semana de Pascua B
Meditar el Evangelio con tres puntos
Jn 3, 31-36. «El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano». El encuentro de Jesús con Nicodemo da mucho de sí. Algún exegeta de san Juan dice que su evangelio es como un diálogo en familia con Jesús, como sucedió con Nicodemo, con la samaritana.
- Meditar en tiempo de pascua nos sirve para descubrir la belleza que encierra. Jesús habla de ser enviado como testigo del amor del Padre: «Tanto amó Dios al mundo que le entrego su Hijo único».
- Lo mismo que al acercarse la pasión, muerte y resurrección, Jesús habla abiertamente del Padre que lo ha enviado, y de que su alimento es cumplir la voluntad del Padre. En la Pascua poco a poco irá tomando el protagonismo el Espíritu Santo. Su misión como fruto del resucitado es ir formando en nosotros los sentimientos del corazón de Cristo.
- El diálogo largo de Jesús con Nicodemo nos recuerda que solo tendremos acceso a los secretos de su corazón, cuando nos presentamos desde nuestras pobrezas. Es la confianza plena en la intimidad con Jesús la que da fecundidad a nuestra vida.
- Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo
Primado de España
Catequista de Cádiz y Ceuta. 