09-04-2024, martes de la II semana de Pascua B
Meditar el Evangelio con tres puntos
Jn 3, 7b-15. «Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre». La nueva vida con Cristo resucitado es la que nos trae el Señor resucitado. Es el bautismo, el nacer de nuevo, el nacer del agua y del Espíritu lo que hace que nuestra vida se transforme por los sentimientos del corazón de Jesús.
- Nacer de lo alto exige un camino de humildad, que es el que cuesta comprender a Nicodemo. Volver al seno del Padre es el definitivo nacimiento que se inserta en la vida nueva que parte de la base de la humildad. Solo cuando Nicodemo se queda pobre en su humildad es cuando el Señor le revela los grandes secretos de su corazón.
- La verdadera Pascua del paso de la muerte a la vida tiene mucho que ver con los ojos contemplativos de quién contempla al que tiene su corazón abierto y traspasado. Nos atrae a ti, a mí y a todos cuando contemplemos, con los ojos contemplativos de la fe, al que tiene su corazón abierto de par en par como refugio y misericordia.
- Descubrir lo que Jesús en la intimidad de la noche descubre a Nicodemo es la gracia de la Pascua. Llamada a mirar a quién es el redentor del hombre y que abre su corazón para que «tengamos vida y la tengamos en abundancia».
- Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo
Primado de España.
Catequista de Cádiz y Ceuta. 