31-03-2024, domingo de Resurrección B
Meditar el Evangelio con tres puntos
Jn 20, 1-9. «Él había de resucitar de entre los muertos». Tres son los caminos que recorremos en busca del Resucitado. Son caminos en los que nos acompaña la Iglesia, para encontrar siempre el camino de la vida verdadera. Este camino de María Magdalena al amanecer es el primero. Vendrá el segundo que es la carrera de Pedro y Juan corriendo juntos al sepulcro vacío. El último camino es el que recorren los de Emaús, que es el camino que recorren todos los decepcionados de Cristo.
- Magdalena como la mujer del Cantar de los cantares busca en la noche al amor de su vida: «Busqué el amor del alma mía, lo busqué sin encontrarlo; encontré el amor del alma mía, y no lo dejaré jamás». Es la búsqueda de todo corazón humano que anhela la vida del Resucitado.
- Cuando lleva la noticia al cenáculo, corren Pedro y Juan hacia el sepulcro. Llega primero Juan que deja pasar a Pedro que, viendo, se asombra como preámbulo a su poquita fe. Juan que ha estado amortajando a Jesús vio y creyó desde el primer momento. Es el discípulo amado que recostando la cabeza sobre el pecho de Jesús ha podido soportar e integrar el escándalo de la cruz.
- El camino de la fe no lo podemos recorrer solos. Necesitamos a la Iglesia, a Pedro, y a la comunidad cristiana. Juntos llegaremos siempre, aunque pueda parecer más lento es siempre más seguro y verdadero.
- Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo
Primado de España.