Misa de grupos de catequesis
(Álvaro Ginel. Revista CATEQUISTAS, nº 215)
13 DE NOVIEMBRE, DOMINGO XXXIII (Ciclo A).
Lecturas: Proverbios 31,10-13.19-20.30-31; 1 Tesalonicenses 5,1-6; Mateo 25,14-30.
Talento: Moneda de los griegos y romanos; podía ser de oro o de plata. El equivalente aproximado sería como 15-20 años de trabajo de una persona. Hoy significa inteligencia, capacidad para algo, promesa de llegar a ser una persona importante en algún ramo de la ciencia o del trabajo.
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Jesús está cerca de Jerusalén, donde va a ser entregado. Los discípulos pronto se van a quedar solos. En este contexto hay que situar la parábola, válida para ayer y para hoy.
Lo que hace el «señor que se va» es repartir, dar a cada uno una parte de sus bienes. Lo importante no es lo que reciben, sino lo que hacen con lo que reciben. Lo importante es cómo se «trabaja» y desarrolla aquello que se ha recibido. Hay una postura excluida: guardar lo recibido sin que produzca, sin que sea bien empleado… Dios no quiere «ociosidad» o despreocupación con las cualidades que cada uno tiene. Lo que cada uno tiene es algo recibido, dado, regalado; no es «riqueza personal» ni «patrimonio personal», sino riqueza de otro que te la confía para que la sepas trabajar… No se pide que uno con menos talento trabaje para llegar a lo que tiene otro que recibió más. Basta que cada uno haga lo suyo. No se te pide más de lo que puedes, pero sí lo que puedes.
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Sugerencia: Entregar una gráfica para que cada uno pueda intentar medir de alguna manera los talentos recibidos:
¿Cómo «negocio» y «cultivo» mis talentos?
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0-2 |
3-4 |
5-6 |
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| Simpatía | |||
| Inteligencia | |||
| Humor | |||
| Responsabilidad | |||
| Deporte | |||
| Capacidad para hacer amigos |
Catequista de Cádiz y Ceuta. 