VÍRGENES NECIAS y VÍRGENES PRUDENTES
Misa de grupos de catequesis
(Álvaro Ginel. Revista CATEQUISTAS, nº 215)
6 DE NOVIEMBRE, DOMINGO XXXII (Ciclo A).
Lecturas: Sabiduría 6,12-16; 1 Tesalonicenses 4,13-17; Mateo 25,1-13.
Esperar al esposo: Expresión cargada de sentido religioso, indica una actitud o manera de vivir que da importancia al otro aunque no esté presente.
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La parábola de las doncellas «necias» y de las «despiertas» es rica en sentido. Las doncellas «despiertas» son las que tienen todo a punto porque están esperando continuamente, preparadas siempre para lo que pueda venir y cuando llegue. Es la actitud del que cree y del que espera a su Señor. La vida tiene siempre algo de insospechado, de «acontecer que llega cuando llega». El evangelista Mateo alerta a los cristianos primeros y a nosotros hoy sobre una manera de vivir que es falsa y otra que es correcta. Ante las dificultades de la vida o ante los retrasos y complicaciones, más de los previstos, algunos abandonan, desesperan y pierden tensión. Todo les da lo mismo. Sin embargo, hay quienes no pierden la calma ni la orientación. Éstos son los que de verdad encuentran al Señor que viene justo cuando menos lo esperamos.
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Sugerencia: Se puede sacar un cartel con esta expresión: Viene con retraso. No se dice cuánto tiempo es el retraso. Canalizar los comportamientos que salgan de lo que se suele hacer… Clasificar los que son comportamientos «despiertos» y los que son «necios».
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Catequista de Cádiz y Ceuta. 